Consejos para los padres
“Los salones estaban a reventar de estudiantes. Como no había ventiladores, el calor era sofocante.” (Luis, Bolivia)
“Los salones estaban a reventar de estudiantes. Como no había ventiladores, el calor era sofocante.” (Luis, Bolivia)
“En mi escuela
había pocos profesores; por eso, los alumnos no recibían atención
personal. No teníamos mapas ni laboratorio ni biblioteca.”
(Dorcus, Myanmar)
“La mayoría de
los profesores tenían dificultades para controlar la clase. A veces, los
estudiantes eran muy indisciplinados, y eso hacía que estudiar fuera mucho más
difícil.” (Nina, Sudáfrica)
COMO lo indican
las expresiones de arriba, algunas escuelas distan muchísimo de ser un espacio
ideal para el aprendizaje. Si usted tiene hijos, ¿qué puede hacer para que
aprovechen al máximo la instrucción escolar a pesar de las dificultades? He aquí
algunos consejos.
Tome medidas.
En lugar de centrarse en los problemas —muchos de
los cuales están fuera de su control—, centre sus esfuerzos en lo que sí puede
hacer. Si su hijo no logra dominar cierto tema o se siente agobiado
por la cantidad de deberes que le mandan, trate de encontrar soluciones junto
con él. Por ejemplo: ¿será preciso crear un lugar de estudio más adecuado en
casa?, ¿necesita su hijo que le ayuden a confeccionar un horario para terminar
las cosas más importantes?, ¿le convendría tener un tutor o un profesor
particular? Quizás pueda pedirles otras sugerencias al profesor y al orientador
vocacional de la escuela. Considere a estos profesionales sus aliados,
no sus adversarios.
Ayude a su hijo
a tener claro el objetivo de la educación.
La educación tiene como fin preparar al joven para
que se convierta en un adulto responsable y equilibrado; su objetivo no es
enseñarle cómo hacer dinero y ya está. Sin embargo, las investigaciones
indican que un buen número de jóvenes estudian con el único fin de hacerse
ricos.
La educación
tiene como fin preparar al joven para que se convierta en un adulto
responsable y equilibrado
Deje que su hijo
aprenda de las dificultades.
Muchos maestros dicen que, si es difícil tratar con
los estudiantes, peor es tratar con los padres. Algunos salen rápidamente a
protestar cuando su hijo se mete en líos o cuando saca una mala nota en un
examen. La revista Time informó de
una catedrática de universidad que ha tenido alumnos que “llaman a sus padres desde el salón para quejarse por una
mala nota y luego, en plena clase, le pasan el teléfono a ella para que oiga
los reclamos. Y hay padres que le han dicho que están pagando un dineral
por la educación de su hijo y le han dado a entender que ninguna calificación
inferior a diez compensa la inversión”.
Muchos maestros
dicen que, si es difícil tratar con los estudiantes, peor es tratar con los
padres
Estos padres les hacen un flaco favor a sus hijos.
Aunque creen que los están “rescatando”, en realidad los están privando de la
oportunidad de “vivir la experiencia real de tomar decisiones, meterse en líos
y salir de ellos por sus propios medios”, escribe Polly Young-Eisendrath en su
libro The Self-Esteem Trap (La trampa de la autoestima).
Y añade: “Si los padres corren con demasiada frecuencia a resolver los
problemas de sus hijos mientras estos se quedan cruzados de brazos sin hacer
nada, los padres se volverán más fuertes, pero los hijos se irán debilitando y
se desplomarán cuando quieran correr con sus propios pies”.
Sea realista en
cuanto al nivel educativo que necesita su hijo.
Como ya dijimos, la educación prepara al joven para
que sea un adulto responsable. Pero
¿cuánta educación se requiere para lograr ese objetivo?
No dé por
sentado que su hijo tiene que ir a la universidad para conseguir un buen
empleo. Hay otras opciones menos costosas. De hecho, en muchos casos,
quienes aprenden un oficio se ganan la vida tan bien como aquellos que poseen
un título universitario.
Conclusión: Las escuelas no son perfectas, y los muchachos
se enfrentan a situaciones que eran insólitas hace solo unas décadas; pero, si
usted lo apoya, su hijo puede sacarle el máximo provecho a los estudios.
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